lunes, 18 de mayo de 2015

Teatro Isabelino

Teatro Isabelino

El teatro isabelino es un término utilizado para distinguir la obra de dramaturgos durante el reinado de la reina Isabel I, del otro teatro del Renacimiento, conocido como jacobino y el teatro de Carolina. El período isabelino en el teatro abarcó desde 1558 hasta 1603 y es más conocido por las obras de William Shakespeare.

La era isabelina fue introducida por la coronación de la reina de Inglaterra Isabel en 1558, pero en términos de drama, el periodo se refiere a menudo como la edad de Shakespeare. Esta fue una época que vio el edificio del primer teatro público de Inglaterra en 1567 y un aumento en la popularidad del drama como nunca antes. El país fue testigo de las obras del dramaturgo William Shakespeare y sus contemporáneos en estos teatros.Dos de las formas dramáticas más conocidas de la época isabelina son la comedia y la tragedia. Tradicionalmente, la comedia trata con lenguaje subido de tono y personajes de clase baja, mientras que la tragedia se ocupa de las cuestiones acerca de la humanidad y personajes nobles, pero dramaturgos como Shakespeare y sus contemporáneos no siempre separaban los dos géneros en su trabajo. Mientras tanto, a principios del período isabelino, muchas obras fueron del género de misterio y se concentraron en volver a contar historias bíblicas o historias de santos. Estas obras misteriosas se llevaron a cabo a menudo por compañías viajeras de actores que coincidían con fiestas religiosas.


EVOLUCIÓN y TRANSFORMACIÓN DEL TEATRO INGLÉS 
A diferencia de lo que ocurre en el resto de Europa, el teatro inglés presenta una continuidad en la evolución escénica por perduración de espectáculos medievales. Las expresiones teatrales tenían procedencia religiosa y solo de manera gradual se van diferenciando hasta adquirir plena autonomía y complejidad artística. Hay una evolución desde el origen litúrgico al mero espectáculo, de lo religioso a lo pagano (si bien ambas manifestaciones coexisten). 
El teatro inglés de carácter religioso, desarrollado entre los siglos XII y XVI, se caracteriza por la escenificación de episodios breves (ceremonias navideñas o pascuales) y dramas didácticos de índole bíblica y moralizadora (ejemplos de estos son los milagros, misterios y moralidades). 
En otro orden, el teatro pagano, que es producto de la profesionalización de la actividad escénica, se manifiesta originalmente en los denominados interludios (siglos XV y XVI) caracterizados por la integración de procedimientos alegóricos de las moralidades hasta la comicidad de la farsa. Hacia mediados del siglo XVI el teatro inglés evoluciona hacia el teatro isabelino. 
Se dan los primeros signos de renovación escénica bajo la influencia de la tragedia senequista, la comedia latina y, más general, la renovación humanista. Entre 1580 y 1642 se produce un gran florecimiento teatral en Londres. Dos son las razones que ayudaron a ese auge: 1. La consolidación social. 2. El perfeccionamiento artístico de la actividad teatral. 
Para comprender lo anterior han de considerarse: 
1. Las condiciones histórico‐sociales de Inglaterra a fines del siglo XVI: Especialmente el equilibrio político logrado por la reina Isabel I (período que va de 1558 a 1603, fecha del fallecimiento de la reina).
 Hacia 1558, la situación de Inglaterra se puede resumir del siguiente modo: 
 Inestabilidad de la monarquía por luchas dinásticas; 
 Conflictos y tensiones internacionales que representaban una amenaza permanente; 
 Internamente, grandes rivalidades por antagonismos religiosos; 
 Sublevaciones irlandesas. Hacia 1590 la situación ha cambiado y los signos de tales cambios son: 
 Fortalecimiento del espíritu nacionalista; 
 Derrota y destrucción de la Armada Invencible española; 
 Encauzamiento hacia la uniformidad religiosa; 
 Expansión económica y social; 
 En lo cultural, gran actualización del pensamiento y doctrinas artísticas (influjo del humanismo renacentista). 
2. Los estímulos que favorecieron el proceso de maduración del teatro. Entre tales estímulos se han de destacar:  La repercusión de los espectáculos teatrales visible no solo por el número de adeptos sino también por la variedad de gustos y de extracción social que puede observarse entre quienes asistían a las representaciones.  Igual entusiasmo ante el acontecimiento teatral de la masa plebeya y de los círculos áulicos (incluida la misma reina). Este fenómeno de gran recepción del acontecimiento teatral ha sido explicado a través de una teoría denominada teoría de los niveles. Cuando un autor isabelino concebía una pieza teatral, en forma casi espontánea consideraba a todas la clases:
A los estratos sociales bajos: Se le brindaba un sostenido esparcimiento anecdótico, con profusión de muertes sangrientas en la tragedia (según el modelo senequista) y abundancia de equívocos en la comedia (de acuerdo a Plauto). 
 A los espectadores atraídos por las virtudes artísticas: Hallaban una caudalosa fuerza poética que se manifestaba en la gran riqueza verbal y audacia expresiva, la brillante configuración del ámbito imaginario y la compleja elaboración de caracteres plenos de contradicciones humanas pero dotados de una inequívoca unidad de efecto. 
A quienes les preocupaba la marcha intelectual de la época: Se los seducía con una intrépida exposición de los críticos problemas que apasionaban al individualismo renacentista. 
 Al público cortesano: Se le proporcionaba un significativo acopio de reflexión política, si bien convenientemente velado para evitar las peligrosas consecuencias que podía acarrear una opinión inoportuna.su imaginación tendía a fundir muy diversos elementos que apelaban simultáneamente a diversos sectores del auditorio.


Teatros

Los teatros de la época isabelina eran grandes edificios circulares, al aire libre. Tenían una plataforma de escenario elevado en el centro con un área de fosa rodeando el escenario. La plebe estaba en el pozo durante las actuaciones. Los privilegiados pagaban más por estar sentados en la galería. La galería se componía de varios niveles de asientos en un balcón. Había una torre detrás de la galería, que se utilizaba para el almacenamiento, y una torre detrás del escenario, que se utilizaba en el teatro. En la parte superior de cada torre había trompetas que anunciaban el comienzo del espectáculo. 

Montaje de las obras de Shakespeare

William Shakespeare montaba sus obras en un escenario abierto en el Globe con la plena intención de que el público estuviera muy cerca de la acción. Esto proporcionaba la ventaja de una vista tridimensional de la representación y lo obligaba a utilizar su imaginación para evocar la ambientación de cada escena. Las compañías de teatro tales como Royal  Shakespeare Company abogan por el uso de escenarios abiertos para presentar las obras de Shakespeare, de modo que los públicos modernos puedan tener la experiencia de la interacción íntima con los actores de la manera en que Shakespeare intentaba que fueran representadas sus obras.
El espacio para representación en un escenario abierto sobresale o “se mete” en el público. Esto lo distingue de un proscenio, el que se encuentra en un extremo del teatro con todo el público de frente. Los espacios abiertos para representación tenían la disposición tradicional del teatro isabelino y ofrecían una gran intimidad entre los actores y el público, poca necesidad de escenografía, y le daba al público una visión tridimensional de la acción.

Teatro El Globo, Londres

Compañía de actores

En el área isabelina, se crearon dos tipos distintos de compañías de actores, los coros de adultos y de jóvenes. Los de adultos se componían de 12 a 25 hombres. Todos los hombres poseían acciones en la empresa, y los beneficios de cada espectáculo se dividía entre ellos por porcentaje, en función de su nivel de inversión en la corporación. Los aprendices, y niños mayores de 10, eran entrenados por los actores mayores. Hacían de niños y mujeres cambiando la voz. Ser actor era ser miembro de la clase dominante para ganar estatus social. Los que no tenían un patrón en la corte real se consideraban pícaros o miembros de la clase gitana. Los coros de muchachos estaban bajo la dirección de un director de coro, que recibía todos los beneficios de sus trabajos. Se realizaban con frecuencia en las capillas del tribunal.

Escena de Romeo y Julieta, representada en la película Shakespeare in love.




Película Otelo basada en el drama de Shakespeare.



Escena III Famoso monólogo de Hamlet  "Ser o no ser"







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